Ahora está la campaña de para la Teletón 2006. Es una convocatoria de los medios, es una convocatoria nacional, pero es una convocatoria además que está centrada en un problema real, un problema que ni la sociedad ni el Estado chileno han resuelto: que es el tratamiento de los niños impedidos. Consideremos que la rehabilitación es un DERECHO HUMANO y una responsabilidad de todo Gobierno y Estado. Y las responsabilidades y los derechos por supuesto no son endosables ni transferibles.
Ocurre que la Teletón es paralela a otros fenómenos, como el de la Selección Nacional de Fútbol. Hay pocos fenómenos hoy capaces de convocar masiva y unitariamente. Esto nos tilda como “campeones mundiales de la solidaridad”; pero, ¿será tan así?. Es curioso observar que justo en este ambiente pre-Teletón, se encuentre gente más amable, los distintos servicios sonríen de buena gana frente a alguien con alguna discapacidad. ¿Por qué no somos así el resto del año?
Pero, ¿quién gana en la campaña de la Teletón? La Teletón es un potentísimo evento que funciona como gran vitrina para las empresas. Pero si estas empresas pusieran toda la plata que se requiere, y es más, el dinero que recaudan por medio de la gente que consume más sus productos, para ayudar a la Teletón, podríamos tener los fondos necesarios para mejorar de una el tratamiento de la discapacidad en Chile, pero ponen una fracción muy mínima. En el fondo, es la convocatoria masiva que hace el medio la que motiva a la gente, nosotros, para que ponga el grueso de la plata.
Es deseable que el Gobierno cree y aplique politicas a favor de la Discapacidad. Piensa sólo en este dato: Sólo el 30% de los edificios públicos de Santiago cuentan con acceso a los discapacitados. Y también que la Teletón de este año logre recaudar, a pesar de todo, los fondos para que miles de niños con algún grado de discapacidad puedan seguir en su rehabilitación.