A veces he pensado que aquellos hombres que les va bien con muchas mujeres, es porque ellos saben "lo que ellas quieren o les gusta" (algo parecido a lo desarrollado en la película "Lo Que Ellas Quieren" / "What Women Want" de Mel Gibson y Helen Hunt). Tipos que captan la sintonía justa de ellas y explotan esa veta. Pero al mismo tiempo me corrijo y pienso que antes de saber "lo que ellas quieren", debemos saber "lo que nosotros queremos". Es preciso saber que buscamos en una relación realmente antes de poder conquistar chicas y eventualmente, establecer algún tipo de relación.
Existe un grupo de hombres que son objeto de la típica humillación masculina, a raíz de una evidente y admitida falta de sexo. Y no es que el tipo se lo haya propuesto o que esté ejerciendo votos de castidad, simplemente ha buscado en lugar y con el método equivocados. sumémosle a esto que estudios plantean que la falta de sexo lleva a trabajar más, o que hace a la persona más propensa la stress.
Cada vez que están frente a una mujer, reflejan necesidad y desesperación; quieren lograr las cosas rápido. No disfruta el instante, lo actúa. Y se nota a kilómetros de distancia. Hasta se huele. Por lo general esta conducta, esta "hambre" de mujeres se genera a partir de una decepción amorosa o un período prolongado de fracasos sentimentales, en donde brilla por su ausencia la estabilidad emocional.
También hay un grupo en el cual se hace evidente la falta de seguridad. Cuando las mujeres detectan timidez en algún hombre, lo descartan de plano y sienten hasta un poco de repulsión. La gente que no opina, por lo general, hae sentir incómodo al resto. No se sabe si están en desacuerdo, le ocurre algo de verdad o en incapaz de hablar.
No es necesario ser Rocco Siffredi, Nacho Vidal, Brad Pitt o Tom Cruise para poder conquistar a una mujer. Ellas aprecian que seamos sensibles, que tengamos sentido del humor, y que seamos equilibrados. Les gusta alguien que las defienda pero no a golpes, alguien que sea macho pero a la vez dulce. Aparentemente no es dificil. Peor, hay que empezar por conocer que es lo que queremos.