“No hago distinciones entre los sexos” declaraba una joven multisexual metroflexible a una publicación, “me gusta besar a personas hermosas, eso es todo, y me da lo mismo si son hombres o mujeres”. Ningún metroflexible quiere ser llamado gay o lesbiana, ya que sería poner límite a su apetito. Hablamos de pansexualidad como como la capacidad de amar romanticamente sin importar el género. Algunos pansexuales afirman que el genero y sexo no les significan nada. Puede ser que la historia haya motivado estas nuevas conductas, por citar algunos ejemplos, en muchos países tienen establecido que el matrimonio es sólo entre un hombre y una mujer; pensemos además que la exploración sexual es una práctica recurrente entre los jóvenes, y que las leyes, dogmas y la fe no han hecho más que oprimirla, o en su defecto ocultarla.
Hoy en día la sexualidad es tan fluída entre los adolescentes, teenegers. Hace algún tiempo irrumpió la homosexualidad de lleno, con todo esto de la “salida del closet”. Ahora hace poco, conocíamos los “metrosexuales” (metro por metropolitan) como un hombre heterosexual que vive para prestarle atención al cuidado del vestuario, su cabello, su cuerpo y su piel. Como la imagen del metrosexual resultaba sospechosa, surgieron después los übersexuales, definición publicitaria que hace referencia a marcan un regreso a las características positivas del hombre verdadero de antaño (fuerte, decidido, atractivo). Se usa el prefijo “über” porque significa “lo mejor, el más grande”. Un ejemplo clásico de übersexual es Bill Clinton. Hoy en día existen los pansexuales, multisexuales, metroflexibles y bi-queers, entre otros, nombres que definen las nuevas conductas de los jóvenes que tienen sexo indistintamente con hombres y mujeres. De todos los nombres de estas nuevas prácticas sexuales, ninguno es más apropiado como el de la “metroflexibilidad”.
Un multisexual es un tipo común y corriente, es aquel que tiene una familia, que se levanta temprano para ir a dejar a sus hijos y después a su trabajo; durante el trabajo o en sus ratos de ocio concerta citas por mensajería, chat o e-mail: estos encuentros “casuales” le permiten desarrollar todo lo que no puede hacer con su pareja sexual, puede dar rienda suelta a sus impulsos de amante / homosexual / bisexual / etc. Por lo general vive lejos de su trabajo, lo que le da un tiempo amplio de ausentismo en su casa. Ser multisexual le permite probar los distintos lados de la sexualidad, llevar una doble vida...
Estamos claros que la sexualidad es una parte importante de nuestra vida. La adolescencia es una etapa dificil, es una etapa donde buscamos nuestra identidad. La transición hacia la sexualidad adulta, además de los cambios fisiológicos propios de la edad, pero el cambio más importante es la identidad sexual. Importante resulta en este proceso los estímulos que influyen realmente en el criterio que se forma en los chicos. Está claro que los tiempos han cambiado y han surgido nuevas expresiones de sexualidad, pero no olvidemos que siguen existiendo riesgos inherentes a la sexualidad y que son de antaño, como lo son la homosexualidad, el embarazo no desado y las enfermedades de transmisión sexual.