15 julio 2006

Me he mimetizado en un santiaguino creo...

Hoy quiero hablarles de mí. Bueno, han pasado casi tres años desde que arribé a Santiago de Chile, primero a hacer mi práctica profesional, luego, a quedarme a trabajar hasta la fecha. El cambio lo he asimilado de a poco, hasta creo que me he "mimetizado" en un santiaguino más, con sus costumbres y modos…

El primer año lo viví en una pensión en un apacible barrio de Providencia, cerca de Vicuña Mackenna e Irarrázabal. Era una casona con parronales, muchas piezas con techo altísimo y piso de madera cuidadosamente pulida. Me recuerdo que la Sra. decía: "voy a ver la comedia"…y yo me decía "¿qué es la comedia, si a esta hora dan la novela?"…tiempo después reconocí que "comedia" y "novela" = teleserie.

Con el paso de los días, meses, comencé a hacer amigos, empresa que me costó lograr más que en Antofagasta…pero de a poco he hecho varias amistades…y de ahí saqué, o se me pegó el "eris"…cuando voy de vacaciones al norte, mis amigotes de allá ( <---- ) no cachan que significa "eris"…y ahí les digo que es el "eres" o el "soy" de allá (p.ej. "tu soy")

Estuve dos meses sin trabajo. En ese tiempo, busqué hacer un diplomado, y en el tiempo que me quedaba, iba al centro, al mall, no sé, donde fuera para matar el aburrimiento. Allí aprendí que la billetera debía llevarla en el bolsillo delantero del pantalón, que debía sacarme la cadena del cuello, y que cuando viniera mi mamá su cartera debía llevarla fuertemente tomada y a su vez colgada del hombro. Conocí la experiencia de ser una vil sardina al abordar el Metro a las 7:30 de la mañana, y allí fue donde me robaron los documentos.

El 2005 me cambié a vivir solo en un departamento. La experiencia de vivir solo ya la había vivido cuando era estudiante, por lo cual no me fue difícil el cambio. Unas movidas por aquí por allá y ya tenía una cama 2 plazas, una lavadora y una mesa con 4 sillas (a lo que yo le llamo descaradamente "comedor"). Me cambié al mismo Providencia, pero mucho más cerca del trabajo. En ese primer departamento, primer piso del edificio, fue cuando conocí la triste experiencia de la delincuencia, ya que fui objeto de un robo, en el cual me robaron un TV de LCD, 3 perfumes, 3 pares de zapatillas, entre otros. Gracias a Dios y a la oportuna acción de Carabineros pude recuperar todo, si hasta me fui a juicio con uno de los ladrones (el otro era menor de edad), pero al final los dos están libres.

A fines de 2006 me saqué un empacho que tenía desde hace mucho: tener un auto. Después de hacer el curso por las calles de la capital, pude tener mi vehículo. Más allá de unos raspillones producto de mi inexperticia inicial, estoy contento con él. No me gasta mucho (es petrolero), aunque si tuve que desembolsar más lucas por él. Una vez nomás me hizo la desconocida porque se puso a deparrar de un lado al otro al pisar una poza de agua, pero aparte de eso es un autito confiable. Podría decir que me he convertido en un típico conductor santiaguino ---> (aunque a veces me pierda, ya que el GPS que tengo (un librito de mapas) es un poco lento); si está en verde el semáforo y el de adelante no avanza, después de un par de segundos le toco la bocina; el otro día un peatón me levantó el dedo porque pasé con amarilla y el estaba cruzando; si bien no le increpé, le hice saber con un gesto que su semáforo estaba en rojo aún, a lo que me mandó a la mierda. Cosas del tránsito.

¿Qué puedo decir de Santiago? Es una ciudad acelerada…un día un primo me preguntaba a cuanto andaba en Santiago, le dije a 80, ó 100…y me dijo "¿bueno y el límite en ciudad no es 60?" yo le dije: "no puedes andar más lento" …además, es una ciudad moderna, con bastante tecnología, pero aún se puede explotar más. Bien dicen que aquí se concentra todo: el poder, la población, etc……Si bien extraño mi norte, creo que me he adaptado a vivir en esta "jungle" si se le puede decir a la capital…
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¿y a ti que te marca de Santiago, o de la ciudad donde vives?

10 comentarios:

  1. Que bueno que se acostumbró a Santiago, una lata estar en un lugar que no agrada y que le altera los ritmos, ciclos, etc, de manera poco agradable.
    La verdad es que a pesar de sólo haber vivido en Santiago, siempre me siento bastante extrajera en mi propia ciudad, básicamente por una alteración de la orientación bastante grande y una incapacidad para fijar ciertos detalles, lo que tiene cosas buenas y malas...Cosa buena...hay un montón de lugares por los que paso (y probablemente he pasado un millón de veces) es como si los viera por primera vez, es agradable descubrir cosas...lado malo, tengo que andar con el mapa de las calles pa' todos lados, hacer mil averiguaciones antes de llegar a mi destino y nunca estar realmente segura de si voy por el camino correcto.
    Supongo que Santiago sí es moderno a veces, algunas partes más que otras y no todo me agrada, todavía no me acostumbro a los gigantescos elefantes blancos bloqueando a LA micro amarilla que me sirve para determinados lugares, pero mi percepción cambia rápido y quizás mañana Santiago será otra cosa.
    Saludos invernales

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  3. Yo no puedo encontrarle el gusto a vivir en Santiago... debe ser porque nunca he vivido allá.
    Conozco varios casos de estudiantes que se van allá y no se acostumbran al ajetreo, al ruido o al ritmo.

    Lo que señalas como actitudes que tuviste que aprender en esa ciudad, hace notar la gran diferencia que existe entre los "provincianos" y los "capitalinos" principalmente porque la vida fuera de Santiago es menos acelerada y un poco más tranquila (en Concepción no es tan tranquila).

    Lo bueno es que te adaptaste... eso es lo rescatable.

    Un beso, chau
    Lore

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  4. Yo amo Santiago. O sea, lo amo. Claramente preferiría vivir en París, pero las grandes urbes son lo mío (y Santiago es lo que hay). Concepción es una ciudad que me apesta completamente. Sólo me gusta la lluvia, pero si es por eso, me voy a Pucón.
    Yo viví poco menos de un semestre con mi madrina cuando desembarqué en la capital y después me fui a vivir sola a un depto. en Las Condes. De ahí no me he movido: chiquitito pero cómodo, funcional, apto para carretes, vecinos buena onda, conserjes 24/7, al lado del metro... no puedo pedir más.
    ¿A qué me he adaptado? Con el manejo, cero, porque siempre he andado rápido =)
    Al lenguaje más. Ahora digo liquid en vez de typex para que me entiendan y me despido de adiós (y me molestan por ello en mi casa). Digo a veces pollera en vez de falda... pero más allá de eso no he cambiado más cosas. He tenido, eso sí, que acostumbrarme a que me cobren precios insultantes por un kilo de manzanas, pero son los costos de vivir en Chago.
    Igual, amo la ciudad.
    Saludos!!!

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  5. A mi me gusta santiago..su ritmo y sus cosas..aun cuando quiero irme de aca por un tiempo y vivir en provincia..pero esta ciudad tiene su encanto, su vida propia, respira y late de forma distinta...

    No compro a esos que dicen que es una mierda..simplemente es cosa de adaptarse..tu lo hiciste.

    Un abarzo.-

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  6. Mmmm no sé.. pocas veces he ido a la capital y sinceramente no me gusta para nada..

    PRefiero mi pueblo (Concepción) y que decirte de Antofa... muyyyyy lenta la gente.. demasiado para mi gusto y tb tienen sus modismos.. uno que por lo general escucho es "habiloso".. jajajaja..

    Saludos!!!

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  7. Pasar, en mi caso, de una ciudad pequeña con 50.000 habitantes a vivir en la capital de Chile, fue algo que no me costó mucho. Debe ser porque me gusta el ruido, el movimiento, debo reconocer que me encanta Santiago, y ahora me cuesta mucho dejarlo. Tengo tecnología, museos, restaurantes, un par de cerros en medio de la ciudad, etc, etc. Y sumemosle los amigos(un 90% de ellos vive acá) y el trabajo.

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  8. Acostumbrarse a Santiago eso si que debe ser difícil, no me lo imagino ya que sólo he ido de vacaciones por allá y los pocos días que estoy me estreso es un ritmo de vida demasiado agitado, me quedo con mi Arica ciudad tranquila, pero que bueno que te sientas todo un santiaguino porque si estas en una ciudad como esa no queda otra habra que amoldarse al estilo de vida de la capital.

    Saludos.

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  9. No me gusta Santiago, pero ahora que tan patudamente pedi ser despedida quizas termine trabajando en el cenicero de chile.
    Mi ciudad me gusta, quizas el aire este tan contaminado como el de alla, pero acá con un vientecito se va casila mayoria del aire malo. alla las micros siempre van muy rapido, acá solo en ciertos horarios. en santiago la gente no se mira, acá es aun facil andar por la calle y encontrarse con gente conocida y quedarse parado conversando 10 minutos o mas.. como si no tuvieran apuros. aca la gente aun se preocupa de salir limpios a la calle (aunque sea para ir al almacen de la esquina) en fin, esas son cosillas de mi ciudad que me gustan, hay otras, que no me gustan mucho asi es que no las dire. (No quiero irme a santiagooooooooooooo)))))
    Te leo

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  10. Que tal colega.. que buena vivencia...!nuevamente me largo a santiago, tengo una entrevista el lunes en el san borja... asi que ojala de una buena vez encuentre la ansiada estabilidad laboral.

    Leer tus escritos fueron como una inyeccion, no se si estare muy motivado, sera por tanto viaje? como tu bien lo decias: "todos pasan por lo mismo, paciencia"... y en eso estoy.. saludos

    pd: yo llevo las coronas!

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