En esta vida llena de excesos, a veces he pensado ¿para qué ser sano?. Yo creo que la mayoría tenemos el concepto de que ser sano significa comer puro pasto, y hacer harto deporte. Pero recordemos que ser sano también implica también a nuestra mente. Por tanto, para mí ser sano es, en esencia, estar completamente contento con la manera de vivir. Pero para que eso pase, no se puede caer en el sobrepeso, ni estar frustrado en el trabajo / estudio, ni tampoco ver la relación sentimental como un grillete. Estos factores siempre tendrán un impacto negativo en nuestra existencia. Una persona sana pone atención a cada parte de su rutina y la convierte en una cadena de situaciones de impacto personal positivo.
El concepto de "ser sano" que publicitan revistas, televisión y otros con tanto ahinco a veces se torna poco alcanzable para gente real, la cual no dispone de recursos o tiempo necesario para llevar la vida que se promociona. Es complicado por ejemplo, elegir el tipo de crema para mi piel, como el hacer ejercicio en condiciones y tiempo óptimo, como medir la dosis de café que puedo tomar a fin de que no altere mi sistema nervioso...son muchas las restricciones, que creo, a mi juicio, que en estos días, ser sano no implica necesariamente felicidad.
Para encontrar el equilibrio, debemos acomodar nuestras prioridades, p.ej. "me gusta comer todo tipo de cosas en cantidades industriales, pero me siento mal una vez que he terminado". ¿acaso vasa pasar el resto del día reclamándote el por qué comiste tanto? Tal vez en estos casos, si no te causa mayor problema el asunto, el bajar de peso no te hará tan feliz como el resto lo dice.
Es verdad: las circunstancias laborales, sociales y económicas tienen una potente influencia en nuestra calidad de vida. Entonces, lo mejor es sacar el mayor provecho posible del tiempo o las cosas a las que tenemos acceso. Es cierto que no se puede tener todo, pero lo que está a nuestro alcance, aprovechemos exprimirles todo el jugo, sea lo que sea. Son cosas simples que otorgan un espectro amplio a nuestros días. Si no es así, ¿qué nos falta? Por lo general, lo que falta está ahí, a la mano, accesible a nuestras vidas.