10 octubre 2007

Hombres bebés

andidUn capítulo que no aparece en los libros de medicina dice que los hombres nos comportamos como bebés. Cuando estamos en un hospital, llanamente tomamos dos tipos de conductas: a) nos quejamos, lloriqueamos por todo, alegamos, o b) pretendemos que nada está mal, que somos fuertes, mantenemos silencio.

Por lo general, en nuestra condición de machos alfa, no demostramos el miedo que nos produce un pinchazo de una aguja, el encierro en una máquina de scanner, o el simple manejo que hacen con nosotros, como a cualquier paciente. Pero ¿Cuál será el límite para demostrar que no tenemos miedo? ¿Podremos percibir lo "realmente peligroso" de lo que no lo es? ¿por qué, si tenemos actividades tan riesgosas como por ejemplo, conducir sin cinturón, andar en moto sin casco, realizar algún deporte extremo, le tememos a una simple perforación? Es un miedo arraigado, pero un miedo a no se qué.

Evidentemente es fácil emitir este juicio estando del otro lado de la aguja. Pero yo también he sido paciente y no entiendo esta actitud. Por lo general, "frágil" es una palabra que define a las mujeres, y por lo tanto, algo que nosotros no podemos ser. Pero ellas tienen los hijos, y en cierto modo demuestran quién es el "sexo fuerte". Detrás de toda nuestra masa muscular, nuestra ponchera, nuestra fanfarronería, nos sentimos frágiles, vulnerables. Pero nuestra hombría nos bloquea a no pensar en ello, ya que no podemos lidiar con este temor, y si nos toca esta situación, por lo genral nos mostramos estoicos, impretéritos, rígidos. "No hay dolor". Es por eso que la mayoría de los hombres no vamos al médico por propia iniciativa: básicamente, nos asusta.

He visto hombres adultos, por lo general grandes, fanfarrones, que caen a tierra cuando les pinchas un dedo, o el brazo. Pero hay hombres que, superando con éxito esta primera etapa, se marean al ver ¡su propia sangre!. ¿por qué ocurriría esto, si es algo "mío"? Meramente instinto de conservación. La presión arterial aumenta como reacción al percibir una amenaza, y luego disminuye drásticamente cuando nuestro cerebro detecta que no hay peligro. O cuando vamos al dentista: sólo oír ese motorcillo nos intimida, y que se incrementa cuando sabemos que ese taladro está horadando una "pieza" careada. O cuando te ponen anestesia, irónicamente es la parte más dolorosa de algun procedimiento. Esto se debe a que la anestesia es ácida, por lo que causa una sensación de quemadura cuando se inyecta.

Al final, creo que no hay opción por inclinarse por A o por B. Simplemente creo que tenemos que reconocer nuestra fregilidad humana, y cuidar nuestro cuerpo cuando estamos sanos, y cuando nos enfermamos ir al médico. Al final, ser hombres reales y mortales.

9 comentarios:

  1. Personalmente soy más del lado B, aunque más de alguna vez me he comportado en el lado A (lease temor a cualquier procedimiento clínico). Igual tengo claro que algunos procedimientos provocan un cierto malestar, pero de ahí a desmayarme porque me pinchan, no (pero si reconozco que para pinchar soy un cero a la izquierda, debe ser por que soy manitos de hacha, así que prefiero que lo haga otro colega o un técnico paramédico).
    Saludos

    ResponderBorrar
  2. Que quieres que te diga..tengo un poco de los dos...simplemente los uso como me convenga la situación.

    Nada que decir, también manipuladores llegado el minuto.

    Cuídate.-

    ResponderBorrar
  3. Ufff Elias... personalmente me toca arrastrar a mi padre y a mi hermano cuando tienen que ir al medico... cual de los dos mas cobarde jajajaa....
    Y tenia un pololo que con 36 de temperatura se metia a la cama por dias hecho un bebe....
    Asi es no mas, bien rodeada de hombres niños a la hora de ir al "doc"... la colita es mia paraece ser la perfecta canción jejeje

    Besos Elias..

    ResponderBorrar
  4. A veces no es po ver su propia sangre, es por estimulo vagal y es más frecuente en mujeres.

    ResponderBorrar
  5. Ir al doctor a que te pinchen?, que a que te inyecten?, esta bien.

    Nada más que eso.

    Pero hay cada tratamiento que más parece sacada de nuestros antepasados, no los he vivido pero si he escuchado cada relato que es mejor mantenerse sano.

    Al que si hay que tenerle miedo es al dentista, esos si que tienen instrumentos del milenio pasado y esos si que por más anestesia que te pongan, te hacen doler igual no más y no es que uno se ponga cobarde, la experiencia nos advierte del inminente peligro, es una condición que inteligentemente nos ha dado la evolución :P

    Saludos.

    ResponderBorrar
  6. Generalmente nuestros dolores suben a la par de nuestros miedos.

    Saludos.

    ResponderBorrar
  7. Debo salir en favor de los pobres hombres.Como enfermera me ha tocado ver hartas cosas. Generalmente los hombres son muy quejones cuando está la polola, mamá o señora a su lado...pero a la hora de los "qiuo" cuando están solitos..se hacen los fuertes machos. Al menos eso me tocó ver.
    También están los que no entran al hospital ni amarrados y prefieren que se les caiga un "miembro" antes de sufrir pinchazos y demases.

    Pero ante una mujer vestida de azul, ...la mayoría son fuertes y valientes. jejeeje... (aunk sea de mentiritas jajaja)
    Saludos y exelente blog.

    ResponderBorrar
  8. (además ensayécon muchos brazos de hombres fuertes y peludos en mis primeros años de enfermera...ahora estoy mas perita jajaja..pero yo los pinchaba y lesdecía..¿en serio no le duele? y ellos con cara de ouch!! me decían.. nooo, no se preocupe pinche no mas) jajaja pobrecitos!!

    ResponderBorrar
  9. Uy ni te explico lo cobardes que son los hombres que me rodean..mi novio se acuesta con cara de victima cada vez que le duele la cabeza, le bajó la presión cuando vió fotos de una operación, mi papá prefiere andar enfermo 5 días a pincharse el poto con antibióticos...cuando nos vacunaron contra la influenza en la clínica, NINGÚN hombre se vacunó...

    Miedosos....jajaja

    ResponderBorrar