Ansiedad, sus factores y origen

La ansiedad es un instinto del organismo que tiene como propósito avisarnos de un posible riesgo, de un problema grave e incluso de una posible muerte inminente.

Este instinto de supervivencia, junto a otros como el estrés y el instinto de reproducción, se desarrolla a partir de la adaptación a un ambiente al que denominamos salvaje y que hemos manipulado para convertirla en un lugar adaptado al hombre y que cuanta con una cierta seguridad.



Estos cambios han ocurrido tan rápidamente que el organismo no se ha deshecho aún de estas reacciones, presentándose como una reacción a situaciones que no son de peligro pero que el cuerpo las interpreta como hostiles.

Los sintomas de ansiedad pueden clasificarse de acuerdo a los factores que los producen:

Los predisposicionales, por ejemplo, ocurren por factores biológicos y constitucionales, sean hereditarios o no.

En este caso, y de acuerdo a las características desarrolladas por el individuo, pueden desatar cuadros de ansiedad si se presentan situaciones que pueden activarla en la medida de la sensación de vulnerabilidad percibida. Este tipo de personas tienden a entrar en estado de ansiedad más fácilmente que los demás y poseen mecanismos de desactivación más complejos de ejecutar.

Los factores activadores no tienen un antecedente biológico o constitucional como los predisposicionales, pero provocan efectos idénticos. Se caracterizan por situaciones que tienen el poder de activar el sistema de alerta de amenaza del individuo.

Esta es la forma más común de estado de ansiedad en la mayoría de las personas y en situaciones como el momento previo a un discurso, una boda, la presentación de una propuesta de proyecto importante, una entrevista de trabajo, etc.

Un tercer tipo de factor es el de mantenimiento, que se utiliza cuando el estado de ansiedad sale del umbral de la normalidad para convertirse en una condición patológica. El factor de mantenimiento tiene sus causas debido a circunstancias importantes que el individuo vivió durante su desarrollo psicoemocional y desembocó en elementos que funcionan como los factores predisposicionales y activadores. Este es el tipo que requiere un tratamiento médico especializado que consiste en identificar las causas y tratarlas para modificar su incidencia en el paciente.