El Hombre Ardiente

Muchos hombres, cuando llevan tiempo sin mujeres (aunque a veces también sucede cuando llevan tiempo con una mujer), empiezan a buscar “otros horizontes”, a mirar y cotizar chicas, sin discriminación. Hombres que han entrado en una fase de “desesperación” por mujeres, llegando al extremo de utilizar el recurso de “cualquier micro me sirve”, aludiendo que da lo mismo la mujer que sea, la idea es “distraerse” por un rato. Hombres que tienen encuentros casuales con distintas chicas, sin lograr una satisfacción plena (frase tan vilipendiada hoy en día), y que buscan y buscan y buscan...

Lo que deduzco de las conversaciones con algunos de estos especímenes es que al cabo de un tiempo, las citas con chicas meramente es para tener algún tipo de contacto sexual y nada más. O sea, después de la incursión, se aburren de la chica, y vuelta atrás a buscar otra. No se trata el típico matador que está con una y con otra; son tipos que creo yo, carecen de altas dosis de seguridad, no están conformes con sus vidas, y me atrevería a decir, no se quieren a sí mismos. Aparentemente más que buscar chicas lindas, o con afinidad, sólo desean llegar rápidamente a encamarse con la chica de turno, ojalá sin tanto trámite de por medio. Lograr algún orgasmo, o similar, y listo.

Tengo un amigo que es así: siempre me cuenta que conoció una nueva chica por el MSN, que le mostró esto o lo otro por webcam, que se juntaron en algún lugar, que “la tuvo que llevar” a tomarse unos tragos antes del funeral, que lo llama y él no quiere contestarle porque ya pasó su rato, que cuándo le voy a prestar el “depa”, en fin. Siempre me dice que esto de las citas es injusto porque la cosa debería ser a medias, digamos, pagar a medias los tragos y pagar a medias el motel. O sea, si quieres gozar, lesear, ir de juerga, dale, tienes que gastar dinero para divertirte. Al final, dice que de tanto “meta y ponga” se aburre, porque se siente vacío en su interior.

¿Será que muchos de nuestros congéneres habrán perdido la capacidad de conquista y seducción? Pues creo que no. Sólo que la fama que han ganado funciona como repelente para el resto de las chicas. Además, muchas mujeres afirman que se nota a la legua un hombre ávido de sexo. Cuando una actividad se torna aburrida, repetitiva y rutinaria, es que creo que entramos en una etapa de ansiedad. Aparentemente a estos amigos les brotan las hormonas por todos lados, pero creo que la mayoría somos así, sólo que algunos ejercen mejor el control sobre sus instintos. Además, creo que las mujeres, antes de irse a la cama con el galán de turno, les gusta divertirse un poco, conversar, conocerse, etc etc, así que creo que hay un pequeño problema de percepción y logro de objetivos en este tipo de relaciones personales…¿o no?