REFLEXION: ¿Qué es ser Hombre?

Aparte de las diferencias anatómicas lógicas, ¿qué es lo que nos diferencia del género femenino? Antes, a través de la masculinidad, expresada como un modo de vivir el ser hombre, de vivir la sexualidad, el afecto, la vida cotidiana, el trabajo, los diferentes roles, el ámbito social y la política. La masculinidad es un modo de la simbología de jerarquía social que se asocia con el poder y el sentido de la autoridad. Ser hombre se expresaba en nunca ser débil, ni estar triste, ni expresar afecto hacia otros hombres, ni negarse a los reclamos sexuales de una mujer, ni hacer tareas consideradas como femeninas.

Hoy los hombres hemos explorado campos antes impensados, como la cocina, cuidar los niños, mantener la casa, acercarnos a los sentimientos. La rudeza cada vez más se está dejando de lado; ahora emergen nuevas actitudes como la sensibilidad, el buen trato, la responsabilidad, el tip oque derrama una lágrima, entre otras, que van caracterizando al “hombre reinventado”, con un lado más no sé, ¿femenino quizás?, más kistch, no visto como mariconeo propiamente tal, sino algo cercano a las sensaciones, a la compresión.

Pero el falo nada en nuestra mente, nos domina ciegamente. Ese ser de ahí tiene un poder de manejo increíble, ¿será que el mundo y sus imágenes lo hacen ver como el dominador? Pensemos en la connotación de poder que se ha tratado de darle al falo en la historia: casi todas las armas tienen “forma de”…pero, ¿está en retirada el poder fálico, ante la arremetida del nuevo hombre? El lado femenino y el poder fálico son dualidades con las cuales los hombres luchamos cada día.

Concluyendo, ser hombre es ser dueño de uno mismo, reflexionar antes de actuar, cumplir con la palabra empeñada, ser responsable por sus actos. El hombre de verdad no esconde la cabeza, no usa a los otros como escudo, asume sus errores y mira de frente a la vida…sin tapujos y con aguante…