MISCELÁNEO: Los Pecados Capitales...

Los pecados capitales son siete: soberbia, lujuria, ira, gula, pereza, avaricia y envidia. Ahora, ¿por qué son capitales, o por qué se llaman así? El término "capital" no se refiere a la magnitud del pecado sino a que da origen a muchos otros pecados. Según Santo Tomás “un vicio capital es aquel que tiene un fin excesivamente deseable de manera tal que en su deseo, un hombre comete muchos pecados todos los cuales se dice son originados en aquel vicio como su fuente principal”.

SOBERBIA: Una persona arrogante jamás admitirá alguna equivocación, y si lo hace siempre se excusa en alguna otra acción para aminorar el error; soberbia vendría a ser un apetito desordenado a ser preferido en vez de otros, un exceso en la magnificencia, grandiosidad, arrogancia, también puede ser cólera o ira expresadas en acciones o palabras injuriosas. Se dice que es el principal de los pecados capitales. De ésta, se desprenden otras actitudes “sospechosas”: la vanagloria (complacencia que uno siente de sí mismo a causa de las ventajas que uno tiene), la jactancia (los que se esmeran en alabarse a sí mismos para hacer valer vistosamente su superioridad y sus buenas obras), la altanería (modo imperioso con el que se trata al prójimo), la ambición (elevarse en honores, sólo considerando los beneficios que les son anexos, como la fama y el reconocimiento), la hipocresía (simulación de la virtud y la honradez con el fin de ocultar los vicios propios o aparentar virtudes que no se tienen), entre otros. Resumiendo, es el sentir que no necesitamos de nadie y nos hace querer recibir altos honores y gloria.

LUJURIA: Tradicionalmente se ha entendido la lujuria como “appetitus inorditatus delectationis venerae” es decir, como un apetito de los placeres eróticos. Lujuria es mi deseo de ti. Son mis pasiones desatadas contigo que te exploran y acarician. La lujuria involucra directamente la utilización del otro, como un medio y un objeto para la satisfacción de los placeres sexuales. Es lo que nos hace anteponer y ser irrazonables con el apetito sexual.

IRA: Para mí es la perdida de control que no conduce a nada. La violencia, que muchas veces es consecuencia de la Ira, trae más violencia. Como reza una frase: “La violencia conduce a los pueblos al caos y al odio”. Ira es un apetito o deseo de injusta venganza, lo que se entiende en cierta medida como “hacer justicia por las propias manos”. Para que sea pecado requiere que el apetito de venganza sea desordenado, es decir, contrario a la razón.

GULA: Es el placer conectado con la comida o la bebida. El individuo se transforma en el único centro de referencia, en conformidad con el principio del amor a sí mismo. Se genera una preocupación excesiva por la comida. La gula no es el hecho de gozar de una comida saludable. Comerla con gratitud es algo bueno. Pero viene a ser la gula cuando la persona no come pare vivir, sino vive para comer.

PEREZA: Lo he visto en muchas personas (no diré quienes)…la pereza y sus múltiples ramales: desde el inocente “sacar la vuelta”, “correr el zorro”, “hacer la bicicleta”, hasta situaciones delicadas como negligencia, es decir, la falta del tipo de cuidado que una persona razonablemente prudente y cuidadosa ejercería bajo las circunstancias. La negligencia es cuando la conducta de alguien en una circunstancia dada no está a la altura de este estándar, y ocasionan un daño a un individuo. Es el más “metafísico” de los Pecados Capitales ya que se refiere a la incapacidad de aceptar y hacerse cargo de la existencia en cuanto tal.

AVARICIA: Es lo que nos hace desear y acaparar riquezas sin importar el mal que hacemos al prójimo. Son “hijos” o faltas menores de la avaricia: el fraude, el dolo, el perjurio, el robo y el hurto, la tacañería, la usura, etc. Como alguna vez se dijo “La avaricia es un continuo vivir en la pobreza por miedo a ser pobre”. O sea, ser cagao por querer ser cagao.

ENVIDIA: Es el rencor o tristeza por la buena fortuna de alguien, junto con el deseo desordenado e impulsivo (a veces) de poseerla. Dicho esto, ¿existirá entonces la “sana” envidia? La envidia es el vicio más perverso e imperdonable, ya que es el que tiene el mayor poder corrosivo para el vicioso, a la vez que es demoledor para el envidiado. Además, a diferencia de los vicios restantes, no deja demasiado espacio al placer, a excepción del placer de ver al envidiado destruido.

¿Cuál es tu Pecado Capital?