¿Por qué te quejas tanto? Pareciera ser la pregunta clave. Pero es un hecho, a las mujeres les gusta alegar. Quizás mucho más de lo que debieran. Tal vez sea que les gusta jugar a ser “la víctima” y pasarles la cuenta a los demás, o que tal vez no logren poder parar a tiempo y tratar de hacer todo bien: ser exitosas en el trabajo, buenas madres, esposas, amigas y amantes...
Es obvio que el mundo se torna exigente, y por supueto también a las mujeres, quienes, más integradas, luchan por brillar en el trabajo y en casa, y por si fuera poco, como ladys que son, les preocupa verse bien, tener tiempo para cultivar la mente y el espíritu y, sobre todo, sentirse queridas. Con tanta exigencia, alguien debe pagar.
Al parecer, como dice el dicho, “el tiempo es oro, y el oro, escaso”. Si el día tuviera más horas, ellas, felices, ante la imposibilidad de poder desdoblarse, de generar un déjà vu, o tener holografías de tan frágil humanidad en todos lados. Además, ellas frecuentemente reclaman que cuando él llega a casa desde el trabajo, no les prestan suficiente atención, o no valoran el trabajo que las féminas realizan. O anda tú a olvidar una fecha importante...el argumento usual es “es que esas fechas no se olvidan”, y yo pregunto: ¿es imperativo una fecha para poder regalar algo, saludar a alguien, compartir o dar un abrazo? De todas formas, es motivo de crucifixión nuestra “cabeza de pollo”.
Las mujeres que trabajan no tienen tiempo para protestar, porque sencillamente, no hay tiempo. Pero parece ser un arma de doble filo, ya que en algún momento la bomba puede estallar y las esquirlas podrían llegarnos a todos. Ahora, si los machos somos los trabajólicos, emanan las protestas, especialmente en el plano íntimo: la imcomprensiones de pareja o el amor frustrado. Además, como bonus track, consideremos los trastornos hormonales en ellas, factor que es díficil vaticinar cuando aparece.
Al final, tanta cháchara, y la solución: no se quejen tanto, y además nosotros, seamos más comprensivos...acercando las partes se llega a acuerdos, como en todos lados...