21 abril 2008

Cambiar es necesario

¿Por qué cambiar? Es la primera pregunta que se me viene a la mente. No es cambiar por cambiar, porque las cosas se estén haciendo mal. No. Charles Darwin decía que "no es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que mejor responde al cambio". Por eso no sobrevivieron los dinosaurios, ni los nazis, ni otras cosas más. Por otro lado, Bruce Lee decía "sé agua, amigo mío". Por supuesto que no se refería a adoptar una personalidad escurridiza o adaptable, sino cambiante. No se trata de ser una "veleta emocional", sino de saber mezclar lo que somos. Desde pequeños nos educaron con el criterio de que la estabilidad era sinónimo de madurez, de equilibrio; por lo tanto, quién cambia, es "inestable".

Hay personas que prefieren evitar el compromiso en vez de convivir con un nuevo círculo de personas. ¿cuál es el miedo? Después de todo, así creo que nacen las amistades. Debe ser alguna forma extraña de autoprotección, condicionadas por malas experiencias anteriores, y que prefieren ahorrarse el mal rato nuevamente. Pensemos también en chatear por internet. Puedes cambiar muchas veces de personalidad bajo el amparo de nuestro computador, que nos protege del contacto directo. Pero, ¿por qué no lo hacemos cuando estamos frente a frente?. Tal vez el obstáculo es el orgullo, y en otras ocasiones, el temor.

Larzarse a la aventura de una experiencia nueva con un desconocimiento total es una estupidez. Tenemos que informarnos antes de hacer algo de lo cual pudiéramos arrepentirnos más tarde. De otro modo, no saltaríamos a una hoyo si no conocieramos la profundidad.

¿Por qué cambiar? Aún no resolvemos esta incógnita... hay que intentar cambiar en el mejor momento de nuestras vidas, carreras, relaciones y conversaciones. De ese modo estaremos vigentes, no permaneceremos estáticos y nos encontraremos preparados para una nueva serie de retos que nos tenga la vida por delante. Cambiar con frecuencia la forma que se hacen las cosas es un ejercicio que al principio da flojera, pero sentirás que comienzas de nuevo, y además, aportará frescura y novedad a tu rutina.

15 abril 2008

¿Amigos y Amantes?

A veces ocurre que ponemos nuestra "mira" en nuestros amig@s. Las condiciones están dadas: hay cercanía, confianza, complicidad. Si el flirteo resulta, pueden pasar dos cosas: algunas veces todo sigue igual después de la cama, pero por otro lado, y con mucha frecuencia, las cosas cambian dramáticamente. ¿Convendrá tener una relación más allá de la amistad?

Si tu amig@ se convierte en tu amante

No será la misma persona. Es cautivante esta posición, ya que has encontrado en esa persona lo que no se ha hallado en todas las demás con las que has estado. Es diferente porque la relación que llevan es distinta, lo que asegura una "libertad" para hablar, tocar, sentir, etc. Pero si llega un momento en que esa persona quisiera darle un giro, ¿qué hacer? ¿dejar las cosas como están? ¿seguir así, total a nadie se hace mal?. Definitivamente no será la misma persona con la cual llevas una gran amistad.

No es un mito sexual. Por la relación que lleva, por lo general te cuenta sus hazañas sexuales sin censura ni tapujos, lo que nos hace imaginar que las hace todas en el sexo. Pero si te dejas llevar y terminas en un revolcón, ese morbo que le encuentras desaparecería en segundos. Por una parte tampoco no puede "soltar" todo a la primera, pero tampoco puede ser tímid@ porque tu ya sabes como es.

No es tan comprensiv@. Se ríen mucho juntos, pero no se fiaría de tí por nada. Si bien pueden pasar por alto varias situaciones, hay algunas que definitivamente no se puede. Cuando son amigos, les daría lo mismo, si te vas de carrete con tus amigos, y te desapareces de la nada. Pero, por supuesto que si le incomodaría si no le llamas por teléfono cuando realmente deberías, o que hablaran de lo que sientes por esa persona y no lo hagas.

Si se van a la cama

Si bien a esta altura muchas veces te puedes dar cuenta de que realmente no es la persona que buscabas, te preguntas "¿y por qué no nos hacermos m..... en la cama?" No es que no quieran ambos, que se repita, o que la amistad se pueda dañar, pero hay que tener en cuenta algunas cosas antes de pasar al hecho:

Hemos tomado. Y mucho, si no, no se estaría plantendo la posibilidad de "pasar la siguiente etapa". Pregúntate a tí mismo: "¿estás en reales condiciones de cumplir?". La situación ya es extraña, como para agregarle que tienes la cabeza en otra parte, y que tal vez tu "amigo" no esté listo para el combate. Puede también que la persona no te "apetezca" realmente, y sea sólo efecto del alcohol. El problema lo tendrás al otro día. ¿Cómo mirarás a esa persona? ¿cómo amig@, amante, o qué se yo?

Realmente no lo sabes todo de esa persona. Has visto a esa persona en muchas facetas: enojado, triste, alegre, haciendo muecas, etc. Pero, ¿cómo será su cara con un orgasmo? Capaz que no nos excite para nada, o cambies el switch y te vayas de negativa. O se comporte de otra manera en la cama. Capaz que no sean tan cómplices como lo son cuando son amigos. O lo contrario, que nos enganchemos más de lo necesario y quedemos obsesionad@s...

Lamentablemente en estas situaciones, los hombres somos predecibles. Pensar que "sólo una vez" significa que con "esa vez" se pasará la calentura. Falso. Otra cosa que tendemos a pensar es que "si nos llevamos tan bien, ¿por qué no lo intentamos?" Claro, pero recuerda que todo cambia, pasas de una posición (amig@) a "algo más que amig@s". Pero siempre va a haber un antes y un después a partir de este hecho.

Alguna vez que te encuentres con esa persona, post-hecho, y te dice "tenemos que hablar"; wow, dos cosas se vienen a la mente: o simplemente "no va más" porque "somos amigos", o realmente le gustó lo que pasó y quiere seguir intentándolo. Pero creo que en ambas respuetas hay un dejo de que realmente lo que le pasó le importó de verdad.

El juego de los amigos-amantes no tendría por qué terminar mal, siempre y cuando las dos personas tengan las cosas claras. Lo fundamental es saber donde partes. Pueden surgir problemas cuando cada uno persigue metas distintas de esa relación. Pero cuidado, cuando en una relación de amistad, uno de los dos siente algo más que amistad por la otra persona, esa relación se deteriorará o terminará...


06 abril 2008

El Dinero de los Pobres / El Dinero de los Ricos

Pensé hace algunos días atrás (para la fecha de pago), que hay gente que tiene ingresos menores al mío, e igualmente llegan a fin de mes... ¿cómo se hace? ¿serán más "organizados" para los gastos? . Sinceramente, creo que cada uno tiene sus gastos determinados, o mejor dicho, a más plata, más gastos. Pero es algo que no me convence. Por ello, buscando en la net, encontré algo que me ayudó a estender este dilema.

¿Qué compran los pobres, la clase media, y los ricos el día de pago? Para ello, debemos entender algunos conceptos: 1) Ingresos, que es el dinero que hacemos, 2) Gastos, que es el dinero que gastamos, 3) Activos, que son las cosas que generan ingresos, y 4) Obligaciones, que son las cosas que a nosotros nos cuestan.

Bien, entonces, ¿qué compran los pobres? Compran lo que se llama "relleno", es decir, cosas que no son necesarias para sobrevivir. Casas y vehículos de este sector están llenos de "relleno". Los compran con la excusa de que son prductos de bajo costo. Sí, son de bajo costo, pero a la larga va a ser lo único que van a tener, puesto que su dinero no generará más ingresos.

La clase media es el grupo que erróneamente la sociedad considera "rica". Si bien los ingresos que perciben son relativamente buenos, lo que ellos gastan el día de pago, los mantiene prisioneros en la clase media. Lo que ellos compran son "obligaciones". Por ejemplo, una persona gana $400.000, y tiene un auto que está pagando, destina la mitad para los gastos mensuales, y la otra mitad para pagar el auto, y considerando que el auto generará un nuevo gasto por cocepto de mantenciones, combustibles y otras cosas. Posterior a eso, querrán comprar ropa, vacaciones, en fin, todo eso sustentado por la tarjeta de crédito, lo que elevará sus "obligaciones" cercano o por encima de sus "ingresos". Resumiendo, gastan lo mismo o más de lo que ellos producen, lo que significa que deben ir a trabajar, para producir una cierta candidad de dinero para cubrir sus "obligaciones". Otra cosa es que todo ingreso depende de su propio esfuerzo, significa que intercambian su conocimiento por el dinero de alguien. P. ej., un abogado es conocedor de la ley, la gente lo contrata por sus conocimientos, y le paga bajo una base tarifaria. El problema es que si el abogado no comparte sus conocimientos, no percibe dinero.

En el día de pago, los ricos compran "activos", es decir, algo que les da dinero, y por ende, más ingresos. Se generará un ciclo, de modo que con más ingresos, se compran más activos, que producen más dinero. Por ejemplo, activos son inversiones, acciones. La educación es otro activo, pues al aprender algo, se generan más ingresos. Otra forma de comprar activos es con negocios. La idea es montar un negocio, pagar con lo que se produce, hasta llegar al punto en que el negocio ande por sí solo. Los negocios están allá afuera, de modo que hay q salir a buscarlos. Pero también hay que educarse lo suficiente, para que cuando la oportunidad se presente, no se deje ir.

Ayn Rand, filósofa y escritora de origen ruso, dijo "el dinero es sólo un instrumento de cambio, que no podría existir si no se produjeran géneros ni hombres capaces de crearlos. El dinero es la forma material de ese principio, según el cual, quienes deseen tratar con otros, han de hacerlo por el comercio, entregando valor por valor". El dinero condiciona nuestra sociedad actual, en términos de productividad, concepto intimamente ligado a la producción de dinero. Algo así como que si no eres productivo, no eres rentable. Que el dinero, cual sea el destino que le demos, no nos quite la vista.

Si quieres tenerlo más claro, tómate 10 minutos aprox. y ve esta animación (con audio)

01 abril 2008

Enfrentar la muerte (ajena o propia)

Hace algunas semanas, me tocó hablar (o más bien oír) a una paciente que estábamos atendiendo. Con una frialdad asombrosa, decía: "los médicos ya me desahuciaron". Además, proseguía su relato con "en la educación de mi hijo no me voy a meter. Si mi mamá quiere que vaya a tal o cual colegio, o que se porte de tal manera en casa, no voy a reparar". Asumir la muerte ajena, de un familiar, cercano, es dificil. Me imagino que asumir la propia muerte lo es más aún. Pensar en la muerte es complejo, y es algo que efectivamente ocurridrá, un compromiso ineludible. El miedo a la muerte proviene del miedo a lo desconocido, a lo que ocurrirá después de; bueno, creo que eso dependerá de las creencias de cada persona, de si cree en la reencarnación, el paso hacia otra forma de vida, en la vida eterna, en ese jirón que denominamos alma, espíritu...

La muerte está marcada generalmente por cambios biológicos importantes, a veces (desgraciadamente) más temprano que tarde. También, la muerte es socialmente rechazada, ya que atenta con el mundo material. Nos vemos culturalmente motivados a dedicarle menos tiempo a la muerte, por que el morir perjudica la productividad, la tristeza debe resolverse lo antes posible, dado que el mundo "real" requiere de los cuerpos y las mentes limpias de los que trabajan para su crecimiento. La función debe continuar en el circo de la vida.


Cuando sabemos que la muerte toca nuestra puerta, se describen 5 etapas; que serían la negación, que actúa como normal mecanismo de defensa, como una amortiguación del efecto. La negación nos permite una tregua entre la psiquis y la realidad. Después vendría la ira, donde la persona acepta por fin la realidad y se rebela contra ella. Invaden sensaciones de injusticia, de baja autoestima, de rebelaciones contra Dios, contra médicos, contra familia. Luego de esto viene una especie de pacto o negociación, en la cual ya se asume la condición, pero aparece una tentativa por negociar el tiempo, se intenta hacer un trato. Las personas en estas circunstancias se vuelven regresivos, pidiendo tiempo a cambio de buena conducta. La gran mayoría de estos pactos son secretos y sólo quienes los hacen tienen consciencia de ello. Cuando se toma conciencia de que lo anterior falla, aparece la depresión, ante el desarrollo de la enfermedad que provoca gran invalidez, dolores u hospitalizaciones continuas, y su arrastre de situaciones como problemas económicos, sensación de inutilidad. Y finalmente aparece la aceptación; a esta etapa se llega muy débil, cansado y en cierto sentido anestesiado afectivamente. En su lucha por desprenderse del mundo y de las personas se prefiere estar solo. en esta etapa el paciente ha comenzado a morir, a renunciar a su vida en paz y armonía, en esta etapa no hay ni felicidad ni dolor, solo paz, el dolor está en quienes rodean al enfermo, éste solo desea el silencio para terminar sus días con un sentimiento de paz con sigo mismo y con el mundo. Estas etapas no se dan necesariamente con todos, una persona puede morir enojado con medio mundo, o no aceptando jamás su condición.

La muerte es un hecho muy duro, tanto como para quién lo vive como para los que lo rodean. Entender la muerte como parte de la vida es vital. Pensar en nuestra muerte tal vez nos cause una angustia, miedo o terror. O más aún, no lo pensamos, evadimos el tema para no complicarnos aún. Pensar en la muerte o enfrentar la muerte (ajena o propia) es una gran oportunidad para valorar la vida, las cosas que nos gusta hacer, y disfrutarla en todo su esplendor.